Acciones que promueven el aprendizaje de formas de vida colectiva y la capacidad de identificarse con el proyecto educativo del centro

Este indicador pretende mostrar en qué medida el centro educativo ha incorporado, a sus estrategias de intervención, actuaciones que favorezcan una vida social y colectiva sana, tanto dentro como fuera del centro, así como que los estudiantes participen en la construcción del proyecto de centro. La conciencia colectiva es un conjunto de creencias y sentimientos comunes entre la mayoría de los miembros de una determinada sociedad. La participación se puede considerar como la implicación de las personas en la toma de decisiones públicas. La participación e implicación de los estudiantes y otros agentes de la comunidad educativa en la dinámica del centro contribuye de alguna manera a la identificación y sentimiento de pertenencia y, de este modo, se incide también en el bienestar emocional. El centro podría realizar alguna de estas acciones:
  • Elaboración de un plan para incorporar acciones que favorezcan una vida social y colectiva sana tanto dentro como fuera del centro, un plan que desarrolle las acciones concretas que se deben seguir, adaptado al centro educativo, y con los protocolos de intervención desarrollados.
  • Definición de un proyecto educativo de centro compartido: Implicar a toda la comunidad educativa en la elaboración del proyecto educativo de centro, convirtiéndolo en un proyecto participativo y colectivo, que permita a toda la comunidad educativa sentirse partícipe e identificada.
  • Trabajo en las aulas sobre el respeto y sobre las normas de convivencia del centro.
  • Actividades y dinámicas pensadas para ayudar a dar visibilidad, integrar y cohesionar a los estudiantes con dificultades sociales y a integrarse en la red del grupo de clase.
  • Excursiones: Organizar salidas y actividades culturales, de naturaleza, etc. destinadas a todos los cursos, asequibles económicamente e inclusivas para todos los públicos. Se podrían organizar fuera del horario lectivo, durante el fin de semana o por las tardes.
  • Actividades fuera del aula: Dar clase fuera del aula con el fin de romper la rutina y fomentar el buen ambiente.
  • Actividades con alumnos de otros cursos: Fomentar la participación en iniciativas solidarias, cooperar con asociaciones, programas de aprendizaje-servicio, voluntariado, organización de actividades dentro del centro pensadas para toda la comunidad educativa, etc.
  • Espacios de encuentro: Definir espacios que inviten a socializar. Estos espacios se pueden utilizar durante la salida y entrada al centro.
  • Comité de estudiantes y delegados: Se podría organizar un comité de estudiantes que vele por los derechos de los estudiantes.
  • Realización de asambleas cada tres meses en que se invite a toda la comunidad educativa y poner en marcha procesos participativos en los casos más complejos.
  • Encuestas para conocer la opinión de toda la comunidad educativa sobre diferentes temas. En alguno de estos temas también sería interesante conocer la opinión de las familias, sobre todo a principio de curso.
  • Formación para el equipo directivo: Para aprender a promover procesos participativos.
  • Formación para estudiantes y profesorado sobre la resolución de conflictos en el aula, relaciones tóxicas y habilidades sociales de comunicación mediante un clima abierto y tolerante en el aula.
  • Formación para los padres en resolución de conflictos familiares.