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Este indicador pretende mostrar en qué medida el centro educativo ha incorporado, en sus estrategias de intervención, actuaciones vinculadas al fomento de la actividad física y la práctica del deporte, tanto dentro como fuera del centro educativo.
El deporte se convierte en una práctica que mejora las capacidades de madurez y responsabilidad, que ayuda a los jóvenes a sentirse bien y con motivación y vitalidad. A través del deporte se trabaja la pertenencia a un grupo, el esfuerzo, la constancia, el logro de objetivos y la tolerancia a la frustración. Psicológicamente, el deporte aumenta la autoestima y la autonomía, disminuye los niveles de ansiedad, regula el sueño, proporciona responsabilidad, ayuda a canalizar la agresividad y, además aporta beneficios sociales que influyen directamente en el aumento del bienestar emocional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que niños y adolescentes realicen sesenta minutos de actividad física diaria, como mínimo. Conviene reducir el tiempo destinado a «actividades de pantalla» a menos de dos horas diarias. La actividad física escasa, con una alimentación desequilibrada, es uno de los aspectos que influyen decisivamente en la aparición del sobrepeso y la obesidad.
Para fomentar la actividad física y el deporte, el centro podría incidir, entre otros, en:
- Elaboración de un estudio sobre la realidad y los intereses del alumnado para conocer cuánto tiempo de deporte practica a la semana y cuáles son sus principales intereses. Estos datos permitirían adaptar la oferta de actividades del centro.
- Proyecto de fomento de la actividad física y el deporte, con el apoyo de profesionales del deporte y la educación, donde se tengan en cuenta los resultados del estudio. Este definirá estrategias de intervención con acciones concretas que se pueden seguir (en horario lectivo y no lectivo), con las actividades y ejes que se trabajará y las personas responsables de cada ámbito.
- Profesionales que dinamicen las actividades deportivas durante el tiempo de recreo, con oferta de materiales para el desarrollo de las actividades. Velar para que estas actividades dinamizadas sean diferentes cada día e inclusivas, con juegos cooperativos y no competitivos, y evitando discriminaciones.
- Promocionar una actividad física saludable y regular, para conseguir una alta conexión entre los adolescentes. Un adolescente que practica actividad física regular tiene más posibilidades de ser un adulto sano.
- Patios abiertos: el Ayuntamiento puede destinar las instalaciones deportivas del centro a organizar actividades de patios abiertos durante los tiempos no lectivos.
- Actividades extraescolares de promoción de la actividad física y el deporte que puedan contribuir al bienestar de los estudiantes (teatro, expresión corporal, actividades artísticas, baile).
- Planes individuales de fomento del ejercicio físico: desde el departamento de educación física se pueden destinar unas horas al mes para elaborar un plan de deporte para el alumnado a través de tutorías individuales o grupales, con alumnos y familias.
- Descuentos para estudiantes en actividades deportivas del municipio y charlas de difusión sobre los proyectos de las entidades deportivas del municipio.
- Encuentros deportivos de diferentes centros educativos: el área de educación del Ayuntamiento puede organizar encuentros sobre, por ejemplo, ejes temáticos variados y con la culminación de un encuentro deportivo de los diferentes centros educativos del municipio.
- Taller en las aulas sobre salud y deporte: organizar talleres sobre la importancia del deporte y la salud, ligado a la promoción de una alimentación saludable, un descanso adecuado y el no consumo de sustancias adictivas.
- Formación para familias: organizar formaciones para familias sobre cómo incluir la actividad física y el ejercicio físico en la rutina cotidiana y en las actividades familiares de fin de semana.